A veces me cuesta escribir. Y no es porque esté pasando por un bloqueo creativo o porque me encuentre carente de ideas. Muchas veces ocurre por, justamente, todo lo contrario: por el exceso de pensamientos, el ruido. Es curioso porque puedo hallarme en el más absoluto silencio (externo), pero mi cabeza es un hervidero sin ningún tipo de orden ni sosiego.
Voces. Muchas voces se hallan en mí.
El otro día leí un post en el Instagram de Casa Índigo que afirmaba lo siguiente: «Soy escritora y a veces paso semanas sin escribir». Y me sentí tan identificada… porque parece que, si eres escritora, te tienes que pasar todo el rato escribiendo (¡ojalá!), pero lo cierto es que, más a menudo de lo que quisiéramos, no somos capaces de redactar una línea.
¿Cómo preparar el momento previo a la escritura?
Lo primero que te diría es que escojas ese momento del día en el que tu cabeza suele encontrarse más ordenada (que no menos estimulada). Por ejemplo, a mí me gustan mucho las mañanas, donde mi mente todavía no se ha recargado de quehaceres y otras ideas. Los domingos por la mañana suelen ser buenos días.
El segundo paso sería adecentar el espacio. Existen personas que trabajan mejor en bibliotecas, algunas se concentran mejor en cafeterías de barrio, etc. En mi caso (y si has visto nuestro último live, el del feng shui, lo sabrás) necesito tener en mi casa distintos rincones de escritura. Eso sí: con la mesa pegada a una ventana y decorados de manera muy cozy. Es como si me recargara de buenas vibras.
Por último, el eterno dilema: ¿escribo a mano o directamente en el ordenador? Depende mucho de la persona y el género literario que esté tratando. Yo, por ejemplo, necesito volcarme sobre una libreta. El hecho de palpar, oler, indagar… son cosas que no sustituye ningún teclado y, por ende, afecta directamente a mi creatividad.
En cuanto al entorno, para mí es indispensable redactar bien en silencio, bien con música clásica de fondo (sin letra, que me distraigo). La ropa cómoda (pero no en pijama), un cafecito caliente sobre la mesa, una montaña de libros al lado relacionados con la temática que estoy describiendo y (esto es lo más importante de todo) el móvil en silencio y lejos del alcance de mi mano.
¿Qué otras cosas recomendarías para preparar el momento previo a la escritura?
Foto de portada por Cathryn Lavery en Unsplash
Patricia P. Picatoste
En mi caso, yo tenía a mi perrita siempre a mi lado y eso ahora me falta. Coincido contigo en los domingos por la mañana aunque en mi caso concreto algún sábado también escribo cuando me chico se va a trabajar. Soy de tener de fondo alguna película o serie que no requiera mucha atención con la música ni siquiera era capaz de estudiar. Yo soy menos metódica y quizás ese es mi problema: escribo porque me nace, porque lo necesito. Y si no el día que soy incapaz releo mi proyecto (que está tomando forma). Curiosamente mi cabeza tiene más ideas y es más productiva cuanto más acelerada voy en mi vida. Soy ordenada en mi propio caos.