Querida musa,
Estoy cansada de escuchar que a nadie le da la vida. Me agota. Me quita la iniciativa, las ganas de querer hacer cosas. Es cierto que llevan años vendiéndonos un modelo de superproducción que ya no se lo cree nadie. La mujer todoterreno es una farsa. No somos máquinas. Tampoco queremos. Eso no es vida. Pero he llegado a pensar que, además de vendérnoslo, a nosotras nos ha venido de lujo también como excusa para con los demás. Me explico…
Últimamente no paro de escuchar que todo el mundo se siente solo, que cuesta mucho hacer amigos, organizar planes que vayan más allá de la rutina. Y es cierto. Pero también he visto que, la mayoría de esas mismas personas que se quejan, tampoco hacen nada por conservar a sus amistades. Está claro que en los grupos de personas siempre hay alguien que tira del carro, pero ¿os habéis parado a pensar en la cantidad de planes que canceláis a última hora? ¿En la ingente suma de compromisos a los que os apuntáis y desecháis poco antes del encuentro?
Y, lo que es peor… ¿pensáis en quién los organiza? ¿En el tiempo invertido? La excusa suele ser siempre la misma: «no me da la vida». Y, qué queréis que os diga, pero a mí ya me huele a tufillo y, cuanto más vueltas le doy, más llego a la conclusión de que solo hay dos posibles opciones:
- O eres una persona irrespetuosa y maleducada, con una falta total de empatía.
- O es que, verdaderamente, no sabes gestionar tu tiempo y, por ende, haces perderlo también a los demás.
Sea cual sea el motivo, los dos me parecen terribles. El tiempo… ¡Ay! Es lo más sagrado que tenemos. No somos eternas. ¿Hacia dónde vas? ¿A dónde pretendes ir? No niego con todo esto el ritmo trepidante que tenemos de vida (porque yo soy la primera que todavía estoy tratando de encontrar el equilibrio), pero si es verdad que «no te da la vida», no te comprometas a tantas cosas. Imprevistos pueden surgirnos a todos. Pero es sospechoso que en las quedadas y eventos siempre cancele el 90% de las personas y que justo lo hagan siempre a pocas horas del encuentro. Lo peor: que esto se está tomando por costumbre.
No tienes tiempo. No te da la vida, no. Pero te pasas horas y horas colgada en Instagram, observando la vida de otros y anhelando cosas que, cuando te proponen, ya no te apetecen.
No te da la vida, pero sí te da para tragarte cuatro capítulos seguidos de esa serie mala de Netflix que ni siquiera te saca una sonrisa.
Quizá no es que no te dé la vida, es que en tu vida hay otras prioridades que ocupan el resto de tu tiempo. Y, mientras tanto, estás perdiéndote la vida que verdaderamente importa.
A veces estamos solas porque queremos. Cada vez estoy más convencida de que un gran porcentaje de lo que nos pasa es consecuencia de lo que así hemos decidido.
Foto de portada por Amy Burgess en Unsplash
Marta
Muy cierto, Andrea. El tiempo es valuoso, tanto el tuyo como el de los demás, no lo malgastes ni hagas malgastar. Priorizar y ajustarse a la realidad, ser consciente de cómo lo gastas y no ir de ahogada x la vida pq ya cansa y no cuela….