Vocablos que rasgan la dermis

Las palabras tientan nuestras lenguas y así los versos incipientes

se constriñen y desaguan: son nuestro plasma.

Mi casa siempre será el exilio

El dolor ya no es salida, sino vasija. Una vasija que se va llenando

de todo lo líquido: saliva, lágrimas y sangre.

Opiniones


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